_el Sentido: Luz Dinámica que Fusiona el Deseo con la Acción.

Tan poderosa como la pasión que nos impulsa hacia la realización, presenta el desafío de la definición del problema.
Estamos aquí para darle significado a la vida, que en sí misma, carece de sentido. ¿Por qué el Homo sapiens creó el fuego? ¿Realmente lo crearon, o desarrollaron herramientas para acelerar el proceso de ignición?
¿Por qué? ¿Qué intentaban resolver?
La frialdad del planeta que habitaban. ¿Buscaban controlar el poder mágico del fuego? Quizás una de las muchas posibles respuestas sea la curiosidad, un espíritu inconformista, o simplemente la sensación de que podían hacerlo.
En cualquier caso, no importa—lo crearon. ¿O no?
Estamos aquí para resolver experiencias, para entender, para aprender. Para evolucionar. Pero, ¿qué es lo que realmente nos impulsa a definir qué necesita ser resuelto?
Cuando pienso en la rueda e imagino el proceso creativo detrás de ella, me sumerjo en ese mundo antiguo. Bajo esas condiciones específicas, guiado por ese flujo complejo y simple, me veo llevado a los conceptos de mejora, optimización y control.
El deseo de viajar mayores distancias, en menos tiempo, con menos esfuerzo.
Estas primeras invenciones—el garrote, la flecha, la rueda—han dado forma a una parte fundamental de la experiencia humana. El poder de resolver. El poder de crear.
Tribus, Feudos, Reinos, Dictaduras, Democracias.
Agricultura, ganadería, artes y oficios, industrialización, neo-abstracción, digitalización, hiperconectividad, descentralización, big data, inteligencia artificial.
Parece que la velocidad del cambio es la variable clave que impulsa la curva ascendente de nuestra supuesta evolución.
¿Verdad versus Orden? Funcionalmente, siempre se trata del orden. Entonces, ¿cómo navegamos a través del caos, una de las únicas verdaderas constantes que nos rodea y nos sobrevivirá?
Podríamos entender el caos como un orden altamente dinámico, moviéndose a la velocidad de la luz—un sistema imposible de manejar para un solo ser humano. Hiperconexiones que cambian tan pronto como se establecen, tejiendo una red interminable de posibilidades, datos y lógica.
¿Carece de sentido? Si adoptamos esa perspectiva, hay muchas probabilidades de que perdamos nuestro miedo. La ausencia de miedo parece ser un estado de plenitud humana, pero también es un estado peligroso. Nos coloca al borde del infinito—el agujero negro, el frasco vacío.
Ahora, pensemos en la Inteligencia Artificial. Como el Neandertal con el garrote, pero acelerado un millón de veces.
El sentido—una luz altamente dinámica que mezcla el deseo con la acción.
¿Estamos dispuestos a expresar lo que realmente estamos resolviendo hoy? Tal vez estamos entrando en un papel en el que podemos actuar como DJs del caos, tocando desde cada canal, modulando, congelando, mezclando... avanzando rápidamente, y luego retrocediendo.
Al final, no importa. Lo creamos. ¿O no?

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